El mundo de los cannabinoides ofrece mucho más que CBD y THC, y ya es hora de que hablemos de un cannabinoide que a menudo se pasa por alto: El CBG, o cannabigerol, es una interesante molécula con prometedoras propiedades que se encuentra en la planta del cáñamo. Pero, ¿qué es exactamente el CBG y qué lo hace tan especial? En esta entrada del blog, veremos los conceptos básicos, los beneficios potenciales, los usos y los efectos de este cannabinoide.
Prepárate para llevar tus conocimientos sobre los cannabinoides al siguiente nivel, ¡e incluso puede que descubras una nueva herramienta en tu arsenal de bienestar!
¿Qué es el CBG?
CBG son las siglas de cannabigerol, uno de los más de 100 compuestos cannabinoides identificados en la planta del cáñamo. El CBG se considera la «madre» o «célula madre» de los cannabinoides, ya que es el compuesto precursor a partir del cual se forman otros cannabinoides como el CBD, el THC y el CBC.
El calor y la luz convierten el CBGA (ácido cannabigerólico), la forma ácida del CBG, en diversos cannabinoides. Sin embargo, el CBG en sí no es psicoactivo – así que no te preocupes, no te colocarás con el CBG.
El efecto del CBG
¿Cómo funciona el CBG? El CBG interactúa con los receptores cannabinoides del cuerpo humano, concretamente con los receptores CB1 y CB2. Estos receptores forman parte del sistema endocannabinoide, que interviene en diversas funciones corporales, como el dolor, el estado de ánimo, el sueño y la respuesta inmunitaria.
El CBG puede ayudar a restablecer el equilibrio del organismo al influir en la actividad del SCE. Puede tener efectos tanto calmantes como de mejora del estado de ánimo, dependiendo de la respuesta individual y de la dosis.
Las ventajas del CBG
Es posible que haya oído hablar de los numerosos beneficios potenciales para la salud de cannabinoides como el CBD y el THC. Pero, ¿qué hay del CBG? Este cannabinoide aún relativamente desconocido está demostrando en la investigación ser un verdadero todoterreno con muchos beneficios potenciales.
Antiinflamatorio
Se ha demostrado que el CBG tiene fuertes propiedades antiinflamatorias. Un estudio de 2013 descubrió que el CBG puede aliviar enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Esto lo convierte en una opción prometedora para quienes sufren afecciones inflamatorias crónicas.
Salud ocular
El CBG también podría ser la clave de la salud ocular. Los estudios han demostrado que el CBG puede ayudar a reducir la presión intraocular, lo que lo convierte en un tratamiento potencial para el glaucoma.
Antidepresivo y ansiolítico
Los beneficios para la salud mental de los cannabinoides están bien documentados en la investigación, y el CBG no es una excepción. Se ha demostrado que tiene propiedades potencialmente ansiolíticas y antidepresivas, lo que podría convertirlo en una alternativa natural para quienes luchan contra la ansiedad y la depresión.
Neuroprotector
Una de las propiedades más interesantes del CBG es su posible efecto neuroprotector. Un estudio de 2015 descubrió que el CBG podría combatir enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Huntington.
Antimicrobiano
También se ha demostrado que el CBG es un potente agente antimicrobiano. Esto podría llevar a que el CBG se utilizara en el futuro como una forma natural de combatir las infecciones bacterianas.
Es importante tener en cuenta que la investigación sobre el CBG y sus posibles beneficios aún está en pañales, y se necesitan más estudios para confirmar sus efectos exactos y su uso. Al igual que con cualquier suplemento dietético o medicamento, siempre debes hablar con un profesional sanitario antes de empezar a tomar CBG.
El uso de CBG
Quizá se pregunte cómo puede utilizar CBG. La respuesta es muy sencilla. Al igual que el CBD, el CBG se puede consumir de varias formas. Está disponible en muchas formas, como aceites, tinturas, cápsulas, tópicos e incluso en algunos alimentos y bebidas.
Es importante que empieces siempre con una dosis baja y la vayas aumentando poco a poco hasta conseguir los efectos deseados. Cada persona reacciona de forma diferente a los cannabinoides, por lo que la dosis ideal puede variar de una persona a otra.







